Promesas Incumplidas
Alguna vez incumpliste con una promesa. Alguna vez alguien no te cumplió con una promesa. Si estas dentro de alguno de estos grupos, o en los dos, este post es para vos, porque si hay alguien que siempre cumple con lo que promete.

Cena de por medio con sobrina, sobrino, y esposa, surge el tema de las promesas que Dios nos hace, y salta a la mesa la ya famosa frase «lo que Dios promete lo cumple»; tremenda frase, por la simpleza, la profundidad y por sobre todo la gran verdad que dice y no esconde.
La cuestión es que esta frase me viene haciendo ruido, no tengo bien en claro desde cuando, pero justo se dió en la mesa la oportunidad del debate.
¿Dios en serio cumple con sus promesas? Obvio que sí, ese punto no está en duda, ese punto no es el que me viene haciendo ruido en la cabeza. Dios, es un Dios de promesas, si lo prometió dalo por hecho que lo va a cumplir, en algún momento lo va a cumplir, no se olvida, y no manda la promesa al archivo.
¿Necesitamos hacer algo para ser merecedores de la promesa de Dios? La pregunta esconde una trampa gramatical. Esta pregunta permite dos respuestas contrapuestas a saber:
La primera respuesta es NO, no necesitamos hacer nada para ser merecedores de las promesas que Dios nos hace, no importa lo que hagas o dejes de hacer, lo que Dios te promete no depende de vos, ni de lo que hagas para merecerla.
La segunda respuesta requiere un análisis distinto, supongamos que decidís pasar tu vida sentado en un sillón mirando televisión, viendo películas, y jugando a la Play, en esa circunstancias ¿Dios va a cumplir con su promesa? La respuesta a esta repregunta es si, porque Dios en su gran misericordia te va a movilizar para sacarte de ese lugar pasivo y así poder cumplir con su promesa y con la misión que tiene con vos. Pero sigamos suponiendo que pese a los llamados reiterados que te hace Dios, seguís sentado en el sillón mirando televisión, viendo películas, y jugando a la Play. ¿Dios va a cumplir con su promesa? No, no porque se haya arrepentido, sino porque no estas haciendo tu parte. La mayoría de las promesas de Dios son condicionales, y la condición es la obediencia, la condición es que hagas tu parte.
Después de la caída de Adán y Eva Dios prometió a toda la humanidad la salvación, la promesa de Dios fue para todos, sin discriminar a ningún tipo de persona por sexo, orientación sexual, cantidad de pecados acumulados, color de piel, etc., y está disponible para todos, pero esa promesa está pendiente a una acción voluntaria y consciente de cada uno de nosotros, la de aceptar a Jesucristo como tu señor y salvador. Como este hay muchos otros ejemplos en la Biblia, como por ejemplo la promesa a Abraham y Sara.
Dejame decirte, si vos sos de esas personas que todavía sigue sentado en el sillón mirando televisión, viendo películas, y jugando a la Play esperando a que Dios cumpla con las promesa que te hizo, dejame decirte que Dios está esperando a que te levantes, a que te pongas en acción y a que le obedezcas. Dios no es un mago, no es un Dios de película de Disney.
Dios puede hacer de una piedra un burro y de un burro un gran profesor, pero también Dios espera que hagas tu parte.
Rosario, 5/02/2024