¡Qué No te Encuentre!
Pablo, cómo así lo terminó conociendo el mundo, había nacido en una gran ciudad, comercial, cultural y educativamente muy activa, lo que se dice, toda una metrópolis.
Su familia, de clase media, le brindó una educación muy estricta, en valores y conocimientos, centrada fundamentalmente en los ideales de la nación a la cual pertenecían.
Poseía ciudadanía de las tres naciones más grandes para su época.
A la edad de aproximadamente los 13 años deja su ciudad y a su familia, y se dirige a otra importante ciudad para seguir con sus estudios, permanece allí por unos diez años, sólo estudiando lo que más amaba.
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