¡Dios No Existe!
Tomate un par de minutos para leer y te vas a sorprender.
Repetí en voz alta:
Dios no existe.
Dios no existe.
Dios no existe.
Dios no existe.
Dios no existe.
Dios no existe, seguí repitiendo en voz alta este mantra hasta que te sientas liberado.
¿Ya lo hiciste? ¿Ya terminase?
Bueno, tengo ahora una noticia. Prestá atención.
Las cosas no dejan de ser, de estar, de existir por el simple hecho de que no creas que existen. Dios no deja de existir porque vos no creas que existe o simplemente porque no creas en Él.
El mundo, el universo, el cosmos no funciona según lo que creamos o dejemos de creer de él.
¿Por qué estás dele buscar en las energías astrales, en las energías que envía el universo, en las cartas mágicas, en las constelaciones familiares, en el tarot, el las runas, en el budismo, en la astrología, en la signos zodiacales, en el horóscopo chino, en la brujería, en la santería, etc.?
¿Por qué buscás la paz que te falta en el yoga, en la meditación trascendental, en los espíritus del más allá, en los familiares y amistades que partieron de este mundo, y pensas que pueden venir a ayudarte?
¿Por qué nada de eso llena ese vació que estas sintiendo?
¿Vamos sincérate con vos mismo. Vamos sé valiente y pregúntate si alguna de esas actividades que has realizado te dieron la paz que estás buscando y anhelas con todo tu ser?
Te propongo una tarea. Sólo haceme caso una vez más.
Andá a un lugar donde puedas estar sólo por un momento, buscá un lugar tranquilo, puede ser un parque, en el living de tu casa, tu habitación, tu refugio, ese lugar que todos tenemos cuando nos sentimos abrumados.
Apagá la música, la televisión, pone en modo avión el celular, que nada te perturbe, pone luz tenue o apagala, cerrá suavemente los ojos, quedate sentado en la silla, en el sillón, tirate al piso, levanta los brazos, arrodillate, postrate en el piso, no importa lo que hagas con tu cuerpo, cada uno hace con el cuerpo lo que puede, pero abrí tu corazón y por un momento, sólo por un momento creé que Dios existe y hablale en voz suave y decile:
«Dios, soy un incrédulo, no creo en vos, no creo que existas, pero si es verdad que existís dame una señal que pueda entender que viene de ti, manifestate en mi vida.»
Seguí hablándole, contale tus miedos, tus necesidades, tus problemas, tus anhelos; dale hacelo, no tengas miedo, nada malo te a pasar.
Poné a Dios a prueba, y vas a ver cómo Dios se va a manifestar en tu vida.
Rosario, 26/12/2023.
Gracias por compartir esto. Me encanta. En muchas ocasiones negué y dijo no estás. Porque mi ser me dolía tanto que no era capas de poder verlo. Gracias
Gracias Luciano por tu sincero y valioso testimonio.
Saludos
Nestor
Los tres son reales el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Gracias a Dios pude estudiar una carrera siempre le pedía que si estaba conmigo me ayude. Leí material de usted Ingeniero y fue una gran alegría cuando empezó a compartir la palabra de Dios, a predicar. Y ahí entendí cuando Jesús le habló a Saulo (Pablo), el Señor escucha corazones moldeables y valientes para extender su palabra, seamos salvos el día que partamos de esta tierra a su maravillosa presencia.
Gracias Mariana.
Saludos
Nestor
¡Ciertísimamente Dios existe! Como muchos busqué erradamente en las cartas, los signos de zodiaco, en el juego de la copa, respuestas a mí alma inquieta, sedienta de paz. Perdida, como una ciega, caminaba a tientas en la oscuridad…existía. Buscaba la verdad y la VERDAD, el Señor me encontró! Él me eligió (S.Juan 15:16) Cristo, el Señor se reveló a mí vida! El es el Camino, La Verdad y la Vida! (S.Juan 14:6). Jesús me dio la paz que tanto buscaba (S.Juan 14:27). Soy una afortunada por Creer en Dios! ¡Claro que Dios existe y es real en la vida de cualquiera que le invoque con un corazón sincero! Dios les bendiga grandemente!!
Gracias, gracias, muchas gracias por este tan valioso y valiente testimonio.
Saludos
Nestor